Al llegar a la Institución educativa Javiera Londoño, dadas las dificultades que ha tenido mi proceso de práctica pedagógica, no puedo negar que tenía algunas prevenciones sobre el colegio, la ruta de llegada… la aceptación dentro de la institución, no me sentía bien.
Sin embargo, al llegar la sensación fue totalmente diferente. La maestra cooperadora fue muy amable conmigo al igual que los distintos estamentos escolares (rector, coordinadora académica y coordinador de bachillerato).
Esta institución educativa es de carácter femenino y tiene dos jornadas, mañana y tarde, también tiene convenios en los cuales las estudiantes de 11 pueden escoger entre distintos énfasis ofertados como comercio, comunicación…. entre otras.
A pesar de no poder observar la clase de lengua castellana del grado 11°3 tuve la oportunidad de recorrer el colegio, cuya planta física es bastante grande. La Institución tiene fuertes carga religiosa dadas las carteleras que se encuentran por toda la institución en dónde se exaltan los valores morales como el respeto, el orden y la tolerancia.
La institución está equipada con:
- biblioteca
- Laboratorios
- Salones
- Salas de profesores
- Patios
- Papelería
- Capilla
- Salas para los directivos
El uniforme de “diario” está compuesto por camisa blanca, jardinera y zapatos negros, al observar cuidadosamente, los directivos son muy estrictos con el orden en el que las estudiantes deben llevar el uniforme tanto dentro como fuera de la institución. Sin embargo es evidente que muchas estudiantes se desabotonan la jardinera e incluso caminan por los pasillos sin zapatos. 
Algo que sin duda llamó mi atención durante la observación fue que la papelería escolar hay teléfonos públicos, sin embargo en el momento en que las estudiantes hacen una llamada alguna representación del administrativo observa a las estudiantes y luego les pregunta ¿por qué estaban llamando? ¿para qué era la llamada? entre otros aspectos.
También llamó principalmente mi atención que las estudiantes, durante las horas de descanso no pueden permanecer en las plantas superiores del colegio, por normas institucionales todas deben hacer el descanso en la planta baja, por lo que el espacio parece pequeño en los descansos.
Algo muy particular durante el periodo de receso es el hecho de que una persona se encuentre en una sala (que no logré identificar durante la observación) tiene acceso al micrófono que se amplifica por toda la institución y desde allí “vigila el descanso”, esto me dejó bastante pensativa frente a las formas de control en el colegio, ya que se escuchan frases como “las que están en 10°3 me hacen el favor y salen de allá… ¿qué vamos a hacer con ustedes?” e inmediatamente el maestro al que le corresponde el corredor se dirige al salón para sacar a las estudiantes.
Los descansos son cortos y no se observó que las estudiantes practiquen algún deporte, la mayoría de ellas se sienta en los corredores y canchas del primer piso y comienzan a charlar, muchas de ellas tienen su celular en la mano y se concentran en escribir.
Los grados están ubicados de forma descendente, es decir los grados 11 están en la parte superior, décimo y noveno en el inmediatamente debajo y así los demás grupos.
Al terminar esta observación logré identificar muchas de las dinámicas de control colectivo que se inscriben dentro del colegio como las carteleras y la vigilancia constante de las acciones de las estudiantes.
Logré también identificar muchos de los comportamientos recurrentes de las estudiantes como sus actividades en descanso y la forma de llevar el uniforme a pesar de la norma.

